Dieta de jugos para bajar de peso
Los métodos naturales
para bajar de peso son en nuestros días tan populares que podemos encontrar
gran número de recetas al respecto. Una de ellas, que se basa en el consumo
exclusivo de jugos durante tres días, puede hacer que esos kilitos de más
desaparezcan y ayudar a desintoxicarnos un poco.
La grasa que almacena nuestro organismo se deposita en las
llamadas células adiposas, que tienen la capacidad de aumentar su tamaño hasta
10 veces, lo que se refleja en la talla corporal. Por ello, adelgazar
verdaderamente significa disminuir el volumen de grasa sin perder la masa
muscular.
Ahora bien, es importante definir que no siempre que se
pierden kilos se adelgaza. Para entenderlo mejor, pensemos que alguien sufre
diarrea y su peso se reduce considerablemente en algunos días, lo que no quiere
decir que ha dejado de ser obeso.
La dieta que le presentamos tiene el objetivo de quemar
grasa y perder peso al mismo tiempo. Consiste en tomar jugos naturales de
frutas como papaya, piña y tamarindo, las cuales tienen las propiedades
necesarias para movilizar o quemar la grasa.
El éxito está en...
La papaya es una planta originaria de América y su jugo
contiene papaína, enzima similar a la pepsina que produce el sistema digestivo
humano y que se requiere para aprovechar al máximo las proteínas y mejorar el
proceso digestivo. También aporta vitaminas A y C, calcio, hierro, magnesio,
zinc y carbohidratos, y es fuente de betacarotenos (al igual que otras frutas
de pigmentación anaranjada, como la zanahoria), que ayudan a prevenir el daño
causado en la piel por los radicales libres, lo cual se manifiesta en forma de
arrugas.
A su vez, la piña es rica en minerales y contiene al menos
18 aminoácidos (pilares de la nutrición), más una enzima proteolítica llamada
brío melina, que actúa como antiinflamatoria y diurética. El jugo de piña
agiliza el proceso digestivo y es excelente remedio para las afecciones de la
garganta y difteria, gracias a sus propiedades antibióticas.
El tercer miembro de la dieta es el tamarindo, rico en
potasio y en menor medida en sodio, hierro, calcio, magnesio y vitamina C.
Algunos de sus ácidos componentes (hidrocítico, succínico y tartárico) bloquean
la acción de las células receptoras de grasa.
Pese a que a lo largo de la dieta no se consume ningún otro
tipo de alimentos, las frutas nos proporcionarán aporte de vitaminas, fibra,
minerales, aminoácidos e hidratos de carbono (que proporcionan la energía que
el cuerpo requiere). No obstante, debe quedar claro que por carecer de
proteínas puede acarrear algunos problemas, como debilitamiento y alteraciones
nerviosas, por lo que se sugiere no prolongarla más allá de tres días. Para no
sufrir estragos es importante que a lo largo de este periodo se ingieran
suplementos alimenticios ricos en vitaminas B y C, además de beber diariamente
dos litros de agua (preferentemente mineral) para evitar la deshidratación de
los tejidos, así como realizar ejercicio físico en sesiones ligeras.
También es recomendable que una semana antes del inicio de
la dieta beba jugo de cualquiera de las frutas señaladas, o un concentrado de
todas ellas, durante la cena. Así, acondicionará al organismo para que no
resienta los efectos de este régimen alimenticio.
A partir del primer día se debe tomar un litro 250
mililitros (equivalente a cinco tazas) diarios de jugo de piña, papaya y
tamarindo (para éste ultimo se recomienda utilizar un extractor) repartidos en
cinco tomas iguales de 250 mililitros: una en el desayuno, otra, diluida en
medio litro de agua, para consumir a lo largo de la mañana, una más en la
comida y de igual forma en merienda y cena.
Una vez concluida la dieta, es importante reiniciar la
alimentación con productos blandos para no forzar el proceso digestivo
(verduras y pollo cocidos, cantidad mínima de grasa, carne asada, etcétera). Es
igualmente relevante mantener el consumo de los mismos jugos, por un mes, ya
que sólo así el organismo recuperará su funcionamiento normal.
Finalmente, para mantener óptimos resultados durante más
tiempo debe olvidarse por completo de dulces y harinas refinadas (pan dulce,
pastas), así como alcohol y carnes con grasa excesiva, limitar los derivados
lácteos (exceptuando queso panela y yogurt) y hacer ejercicio físico. Algo más,
es conveniente repetir la dieta tres meses después de haberla concluido,
siguiendo nuevamente cada una de las indicaciones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¿CÓMO TE FUÉ? COMENTA: